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¿Sabías que un diente puede doler tanto que no te deje dormir? Ese dolor puede ser causado por una caries que ha llegado muy profundo, hasta el nervio del diente. Hoy te vamos a contar cómo el tratamiento de conducto puede ser la solución a ese dolor.
Es un procedimiento dental que se realiza para salvar un diente dañado en lugar de extraerlo. Cuando la caries llega al nervio del diente (la pulpa), este se inflama o se infecta, causando mucho dolor. El tratamiento de conducto elimina esa pulpa dañada y rellena el espacio con un material especial.
Un tratamiento de conducto es necesario cuando la pulpa del diente está inflamada o infectada. Esto puede suceder por varias razones:
El primer paso es diagnosticar el problema. Tu dentista en la Clínica Dental Brelo en Concepción examinará tu diente y tomará radiografías para ver el estado del nervio.
Para que no sientas dolor durante el tratamiento, se te aplicará anestesia local. Así, aunque estés despierto, la zona estará adormecida.
El dentista hará una pequeña abertura en la parte superior del diente para acceder a la pulpa infectada.
Usando instrumentos especiales, se retirará la pulpa dañada. Luego, el conducto se limpia y se desinfecta para eliminar cualquier bacteria.
El espacio vacío se rellena con un material biocompatible llamado gutapercha, que sella el conducto.
Finalmente, el diente se restaura con una corona o un empaste para devolverle su forma y función.
Muchas personas temen que un tratamiento de conducto sea doloroso, pero con la anestesia moderna, la mayoría de los pacientes dicen que es similar a hacerse un empaste. Después del tratamiento, es normal sentir algo de sensibilidad, pero esto se puede controlar con medicamentos.
El tratamiento de conducto tiene varios beneficios importantes:
Después del tratamiento, es importante seguir algunas recomendaciones:
Tu dentista programará una revisión para asegurarse de que el diente está sanando bien. Es posible que necesites más de una visita para completar todo el tratamiento.
Realidad: Con la anestesia moderna, el tratamiento de conducto no es más doloroso que un empaste común.
Realidad: Siempre es mejor conservar tu diente natural. Los tratamientos de conducto tienen una alta tasa de éxito y pueden durar muchos años.
Realidad: Con una buena higiene oral y revisiones regulares, un diente tratado con conducto puede durar toda la vida.
El tiempo puede variar, pero generalmente se completa en una o dos visitas. Cada sesión puede durar entre 60 y 90 minutos.
Si no se trata, la infección puede propagarse, causando abscesos y pérdida del diente. Además, el dolor puede empeorar.
El costo varía según la complejidad del caso y el tipo de restauración necesaria. En la Clínica Dental Brelo, ofrecemos un presupuesto personalizado después de la evaluación inicial.
La mejor manera de evitar un tratamiento de conducto es mantener una buena higiene oral:
Limita el consumo de azúcares y alimentos pegajosos que pueden causar caries. Come una dieta balanceada rica en frutas, verduras y productos lácteos.
Usa protectores bucales cuando practiques deportes para evitar traumatismos en los dientes.
El tratamiento de conducto es una solución eficaz para salvar dientes dañados y aliviar el dolor. En la Clínica Dental Brelo en Concepción, estamos aquí para ayudarte a mantener una sonrisa saludable. No esperes a que el dolor sea insoportable; si sientes molestias, agenda una cita con nosotros.
¡Tu salud dental es nuestra prioridad!
Esperamos que este artículo te haya ayudado a entender más sobre el tratamiento de conducto. Recuerda, mantener una buena higiene oral y visitar regularmente a tu dentista puede prevenir muchos problemas.
¡Cuida tus dientes y sonríe con confianza!
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